Los adolescentes están explorando la inteligencia artificial con curiosidad natural y sin las reservas que muestran sus padres. Un estudio reciente de la Universidad de California y Foundry10 revela que el 69% de los jóvenes afirma que la IA les ayudó a aprender algo nuevo, mientras que menos del 6% reportó problemas relacionados con su uso.
Contrario a lo que muchos temen, estos nativos digitales no están usando principalmente la IA para hacer trampa académica. La utilizan mayoritariamente en casa (72% para entretenimiento), seguido por tareas escolares (63%) y solo el 40% para trabajo en clase. Esto desmitifica la narrativa predominante sobre los riesgos inmediatos de la IA en la educación.
La brecha generacional es evidente: mientras los adolescentes adoptan estas herramientas con naturalidad, menos del 25% de los padres reportan el uso de IA en el hogar. Estamos ante un fenómeno donde, por primera vez, los jóvenes guían a los adultos en la adopción tecnológica, creando oportunidades para el aprendizaje intergeneracional.
Un hallazgo especialmente positivo es que, a diferencia de otras tecnologías educativas, la IA está llegando a jóvenes de diversos entornos socioeconómicos. Esto representa un potencial democratizador para la educación personalizada, aunque los investigadores advierten sobre la importancia de desarrollar pensamiento crítico para evaluar la información generada.
Los expertos recomiendan que padres y adolescentes exploren juntos cómo aprovechar estas herramientas, fomentando conversaciones transparentes sobre su uso adecuado. El estudio, apoyado por la National Science Foundation, encuestó a más de 1,500 jóvenes entre 9 y 17 años y casi 3,000 padres, ofreciendo una muestra representativa a nivel nacional.