Más allá del eco

Código Humano Fuente original

Ayer escuché a alguien quejarse sobre los 5 litros de agua que consume generar una imagen con IA. La indignación era genuina. Los datos circulaban como moneda corriente. Nadie cuestionaba nada.

Pero espera... ¿5 litros?

Es curioso cómo abrazamos ciertos números mientras ignoramos otros. La hamburguesa que comimos al mediodía requirió unos 2,400 litros. El café de la mañana, 140 litros por taza. Y ese correo electrónico que no borraste desde 2019 sigue consumiendo energía en el mismo centro de datos que críticas.

Nos hemos convertido en amplificadores de información, no en filtros. Repetimos sin procesar, compartimos sin verificar. La indignación selectiva es más cómoda que la coherencia.

No es que el consumo de agua de la IA no importe. Claro que importa. Pero importa en un contexto. Importa cuando entendemos las compensaciones, cuando comparamos manzanas con manzanas y no cerezas con sandías.

La próxima vez que encuentres un dato alarmante, pregúntate: ¿Por qué me indigna esto específicamente? ¿Qué otras verdades estoy ignorando para mantener mi indignación cómoda?

La sabiduría no está en reproducir información, sino en procesarla. No en ser un altavoz, sino un pensador.

Y tal vez, solo tal vez, el problema no es cuánta agua consume una imagen de IA, sino cómo escogemos de qué indignarnos.

texto alternativo

P.D. Los datos sobre consumo de agua fueron tomados del artículo "How Big Is Your Water Footprint?" de Scientific American.

Compartir: